¡Síguenos en nuestras redes!

Viajar con mascotas a Malta

viajar con mascotas a malta
Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin

Queridos amigos, hoy les voy a contar una de mis historias preferidas que data de antes de llegar a la isla, cuando estuvimos planeando todo para mudarnos a Malta. Resulta que, en nuestra casa en Lima, mi esposa y yo habíamos adoptado a dos gatitas de la calle quienes rápidamente pasaron a formar parte de nuestro hogar.

Así que cuando empezamos a planear nuestra aventura en Malta, evidentemente que lo primero que hicimos fue empezar a buscar toda la información relevante a cómo teníamos que hacer para viajar con mascotas a Malta.

Pues justamente no encontramos ninguna información consolidada y nadie que nos pudiera decir exactamente todos los pasos que había que hacer. Por eso creo que esta entrada puede ser de gran utilidad para todos los que, como nosotros, estén pensando en venir a Malta con sus mejores amigos peludos.

En este post les contaré de todos los pasos que tuvimos que hacer, cómo salió todo y, claro, qué tal les va a nuestras gatitas hoy en Malta.

Además, esta información puede ser útil para otros destinos dentro de la Unión Europea, ya que se trata, en general, de reglas armonizadas para animales de compañía, como lo son gatos, perros y hurones.

Si no eres muy de historias y quieres ir al grano, puedes ir directamente a la última sección del artículo donde detallo los costos y trámites en bullet points 😊

Prepararse con suficiente tiempo de antelación

Hay que tener en cuenta que, para la mayoría de los países latinoamericanos, será necesario un tiempo de preparación recomendable de unos 6 meses antes del viaje aproximadamente, ya que debemos cumplir varios requisitos. Eso sí, el principal requisito es que tu mascota debe tener más de 15 semanas de edad, o de lo contrario no podrá ingresar a la UE.

La mayoría de los países latinoamericanos, como es el caso de Perú, desde donde trajimos a nuestras gatitas, deben cumplir con las reglas referentes a los países no listados en el anexo II del Reglamento (UE) 577/2013 para las pruebas serológicas contra la rabia, es decir que deberemos realizar un test de rabia a nuestra mascota.

Si tu país de origen no aparece en este listado, deberás realizar la prueba serológica. Si tu país aparece listado, entonces simplemente deberás traer su carnet de vacunación contra la rabia, al día.

Como nosotros veníamos de Perú, pues nada, tuvimos que hacer el camino largo.

La prueba serológica contra la rabia es quizás lo que tome más tiempo y sea el trámite más complejo de realizar, en primer lugar, porque tu mascota no podrá ingresar a la Unión Europea sino hasta 3 meses después de haber recibido los resultados. En segundo lugar, porque hay muy pocos laboratorios que están facultados por la Unión Europea para realizar estos tests fuera del espacio europeo. Por ejemplo, en el Perú, como en Colombia, no hay. Así que la muestra de sangre de tu mascota deberá viajar antes que la mascota misma para que le puedan hacer la prueba en un laboratorio autorizado.

Aquí les dejo la lista de laboratorios autorizados para realizar las pruebas serológicas de rabia.

Lo más importante entonces es elegir una buena veterinaria, de confianza, para que nos ayuden a realizar esta prueba, de preferencia con veterinarios que ya tengan experiencia realizando este trámite.

En nuestro caso tuvimos mucha suerte ya que, en nuestra veterinaria de siempre, Groomers, en Jorge Chávez (Miraflores), para los limeños, nos atendía Manuel Cols, veterinario con gran experiencia y que nos ayudó muchísimo en todas las etapas del proceso. Si quieren su contacto, nos escriben y con mucho gusto lo compartimos.

Así que la recomendación es empezar todo al menos 6 meses antes del viaje para no estresarnos y hacer todo con tiempo.

Los primeros pasos: vacuna y microchip

El Dr. Cols nos recomendó que hagamos la prueba serológica 1 mes después de haber puesto el refuerzo de la vacuna contra la rabia, ya que en ese momento las gatitas tendrían mayor nivel de anticuerpos, porque la prueba, para ser válida tiene que dar un valor superior a 0,5 UI /ml.

Así que la primera etapa fue esperar a que tengamos que poner el refuerzo de la vacuna y aprovechar también para ponerles el microchip.

El microchip es obligatorio para ingresar a la Unión Europea, ya que es una forma de verificar que el animal es el mismo al que se le han realizado los tests y que han recibido las vacunas, además que es una forma única de identificación válida a nivel internacional y contiene los datos de los dueños y otra información relevante de la mascota.

El microchip se coloca en la parte superior del lomo, cerca a la nuca, debajo de la piel, con una pistola. No pareció haberles provocado demasiado dolor y nunca tuvimos problemas con la lectura, ni ellas tampoco han demostrado que les fastidie tenerlo.

El veterinario te dará entonces unos stickers con el número del microchip y un certificado. Tomen una primera lectura del microchip una vez que esté ya insertado en la mascota para estar seguros que se puede leer y que corresponde al número que figura en los stickers / certificado.

La prueba de fuego: el test serológico de rabia

Una vez que han pasado los 30 días del último refuerzo de la vacuna, ya podemos ir a hacer el test serológico que consiste en un análisis de sangre que deberá ser procesado en uno de los laboratorios certificados por la UE. Como lo hemos dicho anteriormente, en muchos países de América Latina no tenemos estos laboratorios, por lo que las pruebas serán enviadas al extranjero. En nuestro caso la veterinaria trabajaba con un laboratorio de EEUU así que la prueba se fue para allá.

Algo que nos sucedió es que una de nuestras gatitas tenía muchas dificultades para la extracción de la sangre y la pasó bastante mal. Peor aún, ya que nos informaron que su prueba se había hemolizado, debido quizás a un mal manejo en el transporte y tuvimos que volverla a llevar para que le extraigan sangre nuevamente. Mi consejo es que se aseguren siempre que el transporte recoja las pruebas lo antes posible para evitar el riesgo que la sangre se hemolice, lo que básicamente significa que se rompen los glóbulos rojos y ya no sirve para el análisis en laboratorio.

Mientras se envía la prueba, se procesa y llegan los resultados, hay que esperar un par de semanas.

Cuando los análisis estuvieron listos, nos llamaron de la veterinaria a darnos las buenas noticias que los resultados de las pruebas de ambas gatitas eran satisfactorios, es decir que sus defensas eran adecuadas y que el nivel de los anticuerpos era superior a 0,5 UI /ml.

A partir del momento en que uno recibe esta respuesta, se debe esperar al menos 3 meses antes de poder viajar. Nosotros hicimos los análisis con algo más de tiempo, ya que en caso la prueba saliera con niveles inferiores a 0,5 UI /ml hay que volverla a hacer y la verdad es que en nuestros planes no estaba dejar a nuestras hijas en Lima, por ningún motivo.

Todo este proceso, hasta este punto (refuerzo de vacunas, visitas al veterinario, instalación de microchips, análisis de sangre en EEUU) nos costó alrededor de €200 por gatita, es decir que aquí ya habíamos invertido unos €400 aproximadamente.

Comprar los pasajes de las mascotas: ¿en cabina o en el maletero?

Luego de hacer varias investigaciones, vimos que los animales que viajan por abajo, junto con el equipaje, sufren de estrés y en algunos casos hasta no logran soportar el viaje, por lo que para nosotros fue simplemente impensable traerlas por el maletero del avión y optamos por traerlas en cabina.

Aquí es importante averiguar las políticas de las aerolíneas para transporte en cabina de animales domésticos. No todas las aerolíneas aceptan animales en cabina y en particular, ahora con el COVID la mayoría lo está restringiendo.

Por lo general las compañías aéreas que aceptan mascotas en cabina, tienen un límite de peso de alrededor de 8kg por mascota y deben caber en un porta-animales de tela (no los porta-animales con carcasa dura). El porta-animales debe caber debajo del asiento delantero, por lo que las dimensiones máximas son 46 x 28 x 24 cm (verificar con cada aerolínea). Evidentemente las mascotas deben tener todos los requerimientos sanitarios al día.

Para evitar cualquier complicación en función a las dimensiones del porta-gatos, nosotros decidimos comprarlo directamente a la aerolínea, así estábamos seguros de no tener ningún inconveniente a la hora de abordar. En este caso, como viajamos con AirFrance, compramos los porta-gatos directamente con ellos.

Cada porta-gatos nos costó €66 por lo que ahí le vamos sumando €132 adicionales a la cuenta total. La verdad es que estos porta-gatos de AirFrance son muy buenos, fáciles de transportar, muy bien aireados y hasta ahora los utilizamos cuando tenemos que trasladar a las gatitas en Malta.

Asimismo, tuvimos que hacer la compra de los pasajes vía telefónica ya que en AirFrance sólo se permite llevar dos mascotas por avión, por lo que hay que verificar si no hay otras mascotas inscritas en el vuelo y estar seguros de tener el cupo. Esto no lo podrán hacer si compran los pasajes en línea. Por ese motivo compramos los pasajes seis meses antes del viaje.

Nuestra ruta era Lima – París en Air France y luego París – Malta en Air Malta. Ambas aerolíneas tienen convenio, sin embargo, sus servicios no están totalmente integrados por lo que tuvimos que hacer las gestiones de la compra de los pasajes de las gatitas por separado. Evidentemente también nos aseguramos que en Air Malta sí se pudiera viajar con mascotas y las reglas de la aerolínea eran muy parecidas a las de Air France, por lo que optamos por esa ruta.  

Los costos de los pasajes para viajar en cabina eran de €180 por gatita en el trayecto Lima – París y de €80 por gatita en el trayecto París – Malta, por lo que en pasajes invertimos €360 + €160.

Para la anécdota, les cuento que tuve que comunicarme varias veces con Air Malta por teléfono desde Lima, ya que fue imposible gestionar el trayecto París – Malta a través de Air France. Les cuento, además, que se equivocaron en el cargo que le hicieron a mi tarjeta de crédito y al final me tomó un par de semanas asegurarme que las gatitas sí tenían pasaje para ir de París a Malta y un par de meses en resolver el cobro indebido en la tarjeta.

¡Más permisos! Certificados de sanidad animal en el punto de origen y solicitud de ingreso en el punto de destino

Con el carnet de vacunación al día, las pruebas del test serológico OK, los microchips, los pasajes comprados y los porta-gatos listos, ya solo faltaba esperar el gran día de la partida y, justo antes de partir, realizar el último trámite en Perú: obtener el certificado de salud de sanidad animal, que en Perú lo emite una agencia llamada SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Agraria).

Para obtener este certificado hay que ir el mismo día del viaje, o el día anterior, a una oficina que está afuera del aeropuerto Jorge Chávez, en Lima y esperar turno a que el veterinario de servicio revise al animal, le tome la temperatura, etc. y luego emita un certificado en el que incluye el nombre del animal, las características y el número de microchip (ojo, hay que estar atentos a que sea exactamente el mismo que figura en el certificado de vacunación y en el test serológico anti-rabia).

Este trámite cuesta S/. 98 por animal, es decir unos €25 aproximadamente. Ahí van €50 adicionales. El certificado tiene un formato internacional en el caso de Perú y está en español y en inglés, pero es importante verificar desde todos los destinos si es el caso. De lo contrario, el certificado debe ser traducido al inglés.

Alternativamente, también se puede contratar a una empresa que se dedique a hacer estos trámites ya que como seguramente tendrán varias cosas en mente, es posible que no les sobre el tiempo en la recta final. Estas empresas recogen al animal, lo llevan a sanidad animal, tramitan el certificado y te devuelven a tu mascota mientras tú te encargas de tus últimos pendientes. Tenemos un contacto muy bueno en Perú que nos ayudó muchísimo, así que, si lo quieren, pueden escribirnos y con mucho gusto los ponemos en contacto. Estamos seguros que en todos los países de América Latina debe haber empresas que se encarguen de esto. ¡Consulten con su veterinario!

Para el caso de la llegada a Malta, debemos escribir un mail a [email protected] informando que vamos a aterrizar con nuestra mascota, y también llenar el formulario en esta página web. Esto garantizará que haya una persona al llegar a Malta que pueda revisar al animal y la documentación y dar el OK para su ingreso al territorio. La oficina se encuentra en la sala donde están las cintas de equipaje, sobre la mano derecha si le damos la espalda a la salida.

En nuestro caso, para el tránsito por París no hubo que hacer ningún trámite adicional, ya que siempre hay personal de aduanas en el puesto y al llegar simplemente hay que ir a declarar que uno ingresa con un animal de compañía y ellos revisan la documentación y a la mascota.

Consejos: verificar bien los costos y trámites en su país de origen para obtener el certificado de salud. Este certificado por lo general lo emite alguna agencia estatal y es obligatorio para el viaje de cualquier mascota. También es indispensable averiguar qué trámites debemos hacer en nuestro punto de escala ya que no existen vuelos directos entre América Latina y Malta.

Últimas preparaciones: consejos para evitar el estrés del animal

Dado que los gatos son animales que se estresan muy fácilmente, más aún con el cambio de lugares que les son conocidos, estábamos un poco preocupados por cómo sobrellevarían el viaje.

Lo primero que hicimos fue llevarlas al campo, en un viaje de unas dos horas en auto, para ver cómo reaccionaban, ya que normalmente el trayecto en auto de la casa al veterinario (unos 5 minutos) ya era un lamento de aquellos, así que decidimos acostumbrarlas un poco al trajín.

Habíamos leído que es mejor no hacer esto, ya que de todas formas se estresarían en el viaje, pero decidimos intentarlo y la verdad es que nos fue muy bien.

El viaje en auto al campo fue una tragedia griega para ambas gatitas, una vomitó, la otra se hizo daño en la nariz intentando abrir el porta-gatos – lo que de hecho consiguió en varias oportunidades – por lo que también optamos por ponerle un candado al cierre del porta-gatos para el gran día.

Cuando llegamos al campo, una se estresó muchísimo y la otra empezó a explorar, lo que nos dio un poco más de tranquilidad.

El viaje de retorno a Lima fue un poquito más tranquilo, pero igualmente la pasaron mal.

Adicionalmente, como dejamos nuestro apartamento una semana antes del gran día, también las tuvimos que llevar con nosotros a la casa de mi tía, donde nos hospedamos antes de partir. Esta mudanza sirvió bastante, porque ellas ya estaban notando que la familia estaba en una “época de cambios”, pero que nosotros seguíamos ahí.

El Dr. Cols también nos recomendó para el viaje comprar pañales de gatos para poner en la parte de abajo del porta-gatos por si ellas tenían que orinar durante el vuelo, ¡recordemos que solo en tiempo de vuelo son 11h30 desde Lima hasta París! También nos recomendó llevar algunas galletitas de comida para el avión, aunque no muchas, y evitar darles demasiada agua antes de viajar, para que no tengan demasiadas ganas de orinar.

El gran día: cómo fue la experiencia de viajar con gatitas en cabina

Llegado el gran día, tuvimos que salir con bastante antelación al aeropuerto ya que traíamos dos maletas cada uno, además de las gatitas y por el tema de los trámites, decidimos estar 3 horas antes en el aeropuerto. Así que las gatitas estuvieron finalmente en su porta-gatos ya desde 4 horas antes de volar.

Al principio parecían un poco nerviosas, pero cuando llegamos al aeropuerto e hicimos todos los trámites, se fueron calmando, ya que siempre les hacíamos caso y cariño, y eso las tranquilizaba. Además, las poníamos una frente a la otra para que se puedan ver y oler y así sepan que no estaban solas.

Normalmente en la mayoría de los vuelos no permiten que las mascotas vayan una al lado de la otra, pero nosotros hablamos con el personal de Air France, les dijimos que éramos una familia y nos dejaron viajar juntos. Tuvimos suerte ya que podría haber sido diferente.

La verdad es que en la aerolínea nos atendieron estupendamente. En todo momento nos ayudaron e incluso ya dentro del avión, en pleno vuelo la jefa de cabina vino a ver a las gatitas un par de veces y a darnos agua para ellas.

El vuelo duró 11h30, de las cuales la gran mayor parte fueron muy tranquilas. Una de las gatitas se asustaba bastante con la turbulencia y maullaba cuando el avión se movía, pero por lo demás, todo muy bien.

Al llegar a París, fuimos a aduanas, les mostramos los documentos y abrimos los porta-gatos para que puedan verificar el estado de salud de las gatitas. Para ellas fue realmente liberador salir del porta-gatos después de casi 16 horas dentro.

Dado que nuestra conexión a Malta era para el día siguiente, tuvimos que encontrar un hotel en el aeropuerto que aceptara mascotas, para lo cual hay que pagar un suplemento, en nuestro caso fue de €60, pero aplica para ambas, ya que en realidad lo que hacen es contratar un servicio de limpieza para quitar los pelos que pueda haber dejado el animal por si los siguientes huéspedes tienen algún tipo de alergia.

Nuestras gatitas se portaron de maravilla, ya que ninguna de las dos fue al baño durante toda la travesía. Al llegar pusimos algunos pañales en una zona acondicionada del baño, ya que no teníamos arena, y una de las gatitas fue inmediatamente, simplemente a orinar. Como fue directamente a los pañales, todo estaba limpísimo y fue súper fácil recoger y limpiar.

Al día siguiente repetimos el mismo proceso, pero en más sencillo, ya que ya estábamos dentro de la Unión Europea. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Malta pide algunas desparasitaciones adicionales al resto de países de la UE, por lo que todo debe estar bien detallado en el carnet de vacunación.

Nuevamente nos permitieron sentarnos juntos en el vuelo de París a Malta, previa verificación, pero también tuvimos suerte.

Al llegar a Malta, ya habíamos dejado todo señalado en el formulario que les compartimos más arriba, así que no hubo problema para que nos atiendan en sanidad animal.

Allí revisan nuevamente a la mascota, así como toda la documentación solicitada y te dejan ingresar. Es importante llevar todo listo ya que justamente había un chico que traía a su perro desde Hong Kong y no lo estaban dejando entrar porque le faltaba un papel y justamente el oficial de sanidad animal nos utilizó como ejemplo de cómo había que hacer las cosas, ¡lo cual nos puso un poco incómodos la verdad! Nos daba mucha pena el perro, después de tanto trajín, no poder salir de su transportín.

Tramo final: la llegada y la vida en Malta de las gatitas

Lo último fue llegar en taxi a la casa que habíamos alquilado y tuvimos que esperar a los dueños afuera de la casa como una hora porque se retrasaron, así que la llegada también tuvo lo suyo.

Sin embargo, al llegar, lo primero que hicimos fue ir a un petshop a comprar arena y recipientes, así como rascadores, platos de agua y comida y alimentos y acomodamos un espacio para ellas. ¡Inmediatamente fueron al baño, después de dos días de viaje! Increíble lo bien educadas que son estas gatitas la verdad.

Lo bueno de Malta es que es un país catlover, por lo que es muy fácil encontrar todo tipo de accesorios, alimento y arena para gatos, hasta en las bodegas y a un buen precio. El kit de bienvenida para las gatitas nos costó unos €50 incluyendo alimentos.

Vale aclarar que en Malta es importante asegurarse que el alojamiento que vas a alquilar sea pet friendly y por lo general te piden un depósito adicional para cuidar los muebles, etc. Nosotros tuvimos que pagar €300 de depósito adicional, sin embargo, no lo voy a tener en cuenta en el cálculo de los gastos, ya que esto dependerá de cada alojamiento que encuentres y normalmente, si todo está en orden al final del período de alquiler, te devuelven ese dinero.

Al día siguiente de haber llegado las llevamos al veterinario, para que puedan tramitar su pasaporte europeo de mascotas. ¡Así es, nuestras gatitas se hicieron maltesas en un abrir y cerrar de ojos y ahora hasta nos miran por encima del hombro a nosotros los Third-Country Nationals!

Para tramitar el pasaporte europeo, es necesario llevar todos los documentos con los que entraron a Malta y pagar una consulta. Nosotros hicimos todo el trámite en VetCare en San Gwann, y nos fue super bien. Aquí les dejo la web.

Hay que pagar una consulta que cuesta €20 (una sola consulta para ambas gatitas) y el costo del pasaporte es de €40 cada uno. Es decir que para este último trámite gastamos €100.

En el pasaporte del animal figuran sus datos, número de microchip, vacunas, desparasitaciones y toda la información referente a la mascota. Una vez emitido este pasaporte, es importante saber que se debe esperar un mes antes de poder viajar.

Luego, con el pasaporte ya emitido, siempre será mucho más fácil viajar con tu mascota dentro y fuera de la UE. Ya no tendrás que volver a hacer una prueba serológica ni muchos de los trámites que aquí se piden y tu mascota tendrá un estatus legal antes que a ti te entreguen tu primer ID Card 😊

Ahora nuestras gatitas viven felices aquí en Malta, son realmente parte de la familia sin duda alguna y cada día que pasa agradezco haber tomado la decisión y determinación de haberlas traído aquí.

Costos y trámites para viajar a Malta con tu mascota

Pues sí, como decía al inicio, aquí les dejo un recapitulativo de costos y trámites que hay que tener en cuenta para traer a nuestra mascota a Malta.

Requerimientos:

  1. Al menos 15 semanas de edad para poder viajar
  2. Microchip
  3. Carnet de vacunación y desparasitación al día. Particularmente la vacuna contra la rabia.
  4. Verificar si tu país está dentro del listado de países exentos para prueba serológica de rabia. De no estarlo, realizar la prueba serológica a través de un laboratorio acreditado. Una vez recibidos los resultados, se debe esperar 3 meses antes de poder viajar.
  5. Reservar pasajes en cabina / maletero con la aerolínea.
  6. Tener porta-mascotas de las dimensiones adecuadas
  7. Sacar certificado de salud en sanidad animal de tu país de origen
  8. Notificar a sanidad animal de Malta que llegarán con una mascota
  9. Pasar controles al llegar
  10. Tramitar pasaporte europeo de mascotas

Costos: aproximadamente €660 por gatita, incluyendo todo. Es posible que puedas encontrar opciones más económicas, pero siempre ten en cuenta que la prioridad es el bienestar de la mascota, por sobre todas las cosas.

En todo caso si deseas asistencia para planificar tu viaje con mascota, no dudes en contactarnos que con muchísimo gusto te ayudaremos con todas las etapas de tu viaje ya que nuestra prioridad es armar tu plan personalizado a tu medida. ¡Cada detalle nos importa!

Ahora sí, los dejo con una última foto de estas engreídas. ¡Saludos!

Te damos asesoría personalizada

Contáctanos

Déjanos tus datos para que aproveches al máximo tu Experiencia Malta